La Cruz Roja de Mexicali y la comunidad bajacaliforniana despiden con profunda tristeza a Julio Buenrostro, técnico en urgencias médicas y coordinador de Socorros, cuya vida entera estuvo dedicada al servicio, la ayuda y la enseñanza.
Durante años fue rostro y voz de los paramédicos en la capital del estado, liderando equipos en jornadas extenuantes, emergencias críticas y campañas de capacitación. Su nombre se volvió sinónimo de compromiso, temple y humanidad. Bajo su coordinación, los socorristas enfrentaron incendios, accidentes, contingencias sanitarias y rescates imposibles, siempre con el lema que lo distinguía: “Primero la vida, después todo lo demás”.
Julio Buenrostro también levantó la voz por su gente. Denunció la falta de ambulancias, defendió la dignidad del paramédico y buscó mejorar las condiciones de trabajo de quienes arriesgan todo por salvar a otros. Fue mentor de generaciones que hoy portan el uniforme blanco y rojo con orgullo.
Su partida deja un vacío enorme en la Cruz Roja Mexicali, pero también una huella imborrable en cada persona que tuvo la fortuna de conocer su entrega y su ejemplo. Descanse en paz un hombre que hizo de la ayuda al prójimo su razón de vida.
