Familias, gente de trabajo, mujeres con sus niños, que viajaban en sus autos por la carretera a Santa Isabel, poco antes de llegar a “La Curva”, terminaron con sus neumáticos reventados al pisar una serie de “erizos” o “ponchallantas”, arrojados por manos criminales la noche del martes.
Por horas se quedaron varados algunos de los autos que sufrieron doble ponchadura o que no traían llanta extra, por lo que en la oscura vialidad debieron de esperar a que llegara la ayuda de familiares, o samaritanos. Esto aterrados ya que temían que fuera un acto para cometer asaltos.
No obstante que es una vialidad muy transitada que canaliza el tráfico hacia Los Santorales, las patrullas brillaron por su ausencia.
